28.8.23

Opinión. Blue Lights, la serie policiaca británica que estábamos deseando ver

Blue Lights, serie de seis episodios, se estrena en España el viernes 29 de septiembre en Movistar Plus+. La cadena BBC ya ha confirmado su segunda temporada. 



Es imposible no acordarse de series como Happy Valley o Line of Duty cuando encontramos una nueva propuesta de drama policial británico. Blue Lights (esas luces azules que avisan de que llega la pasma) muestra el día a día de la policía de Belfast desde la mirada de varios novatos y el resultado es excelente (al final encontraréis mi crítica sin spoilers).  

De qué va
Varios novatos ingresan en una comisaria de Belfast. Los agentes, tanto ellos como sus jefes, se enfrentan a bandas callejeras, narcotráfico, organizaciones paramilitares, operativos encubiertos, problemas comunitarios y las contradicciones de su propia batalla por la justicia. Una investigación a gran escala de una mafia local lo pone todo patas arriba.

El equipo
Protagonizada por Siân Brooke (La Casa del Dragón, Good Omens, Sherlock), como Grace; Katherine Devlin (Vikingos, The Dig), como Annie, y el debutante Nathan Braniff en el papel de Tommy. Junto a ellos, Martin McCann (Marcella, Last Sentinel, Calibre), como Stevie, compañero de Grace, y Richard Dormer (Juego de tronos, Fortitude, La Guardia), como Gerry, compañero de Tommy. 

Completan el reparto, Hannah McClean (Baja por enfermedad), Jonathan Harden (El mundo en llamas), Joanne Crawford (El sacrificio), John Lynch (Tin Star, La caza), Michael Shea (Marcella) y Dane Whyte O'Hara (The Gone), entre otros. 

Creada por Declan Lawn y Adam Patterson (Muerte en Salisbury), junto a Louise Gallagher (The Dig) y Stephen Wright (Line of Duty), ambos, productores ejecutivos. Coescrita por Lawn, Patterson junto a Fran Harris (North Sea Connection). Dirige los episodios Gilles Bannier (Trigger Point, Marcella, The Tunnel). 

Tráiler

Opinión (sin spoilers)
No es un procedimental al uso, aunque en cada episodio asistimos a varios casos. Uno de ellos (con la mafia local de fondo) vertebra toda la primera temporada, lo que sirve de nexo de unión. Al igual que The Responder, los policías patrullan conflictivas calles, esta vez, de Belfast. Lo que es peor. Aun resuenan los ecos terroristas. Son polis que siguen mirando debajo del coche por si acaso, que sufren amenazas. Pero como en The Responder también hay momentos menos azarosos, que de hecho alivian la tensión, que dan pie a buenas dosis de comedia negra. De hecho, ambas comparten la misma escena: el policía que llega a la casa de la víctima muerta mientras veía la tele y se sienta junto a ella buscando un poco de tranquilidad. La sensación de que no hay descanso es patente.

Además de la propia Belfast como protagonista, son los novatos los que guían al espectador en el frenético día a día de esta comisaría. El espectador es el novato. Pero no es The Rookie. Si algo engancha de Blue Lights son sus personajes. Aquí los jóvenes recién llegados (y no tan jóvenes, la prota tiene 40) trabajan como cualquiera de sus jefes desde el primer día. Deben tomar decisiones y apañárselas como puedan. La serie logra un nivel de realismo bastante interesante. Parece a veces un documental. Y son personajes opuestos entre sí, lo que facilita que puedas empatizar con sus elecciones. Una de las cosas que mejor funcionan son los puntos de vista de estos novatos con la de los polis experimentados que los acompañan en el coche, ya que parecen complementarse, siendo una suerte de yin y yang. En Blue Lights los nuevos tienen mucho que aportar a pesar de carecer de experiencia.

Grace, una dulce y empática extrabajadora social es la más mayor de los novatos (un poco a lo Catherine en Happy Valley). Es madre de un adolescente, cuyo color de piel (es mulato) le trae problemas. Por su experiencia profesional y personal no puede evitar implicarse emocionalmente. Le acompaña Stevie, un tipo algo misterioso, más duro de roer pero sensible: para sorpresa de Grace se prepara deliciosos tupper de comida. Frente a la transparencia e ingenuidad de Grace nos encontramos con el enigmático y avispado Stevie. El caso de Tommy es de libro, ya que es un joven algo inseguro y encorsetado de miras. Su veterano compañero Gerry es todo lo contrario: extrovertido y risueño. Juntos son Tom y Jerry. No sé si lo han hecho aposta pero me hace gracia. Por último está Annie, la más rebelde. No soporta el privilegio y alterna patrulla con otras dos mujeres muy opuestas entre sí: su experimentada jefa Helen y otra joven policía, Jen, a la que el miedo inmoviliza pero que es la hija de una de las jefazas y por eso se ve obligada a cumplir.  

Junto al punto de vista de los novatos y la peligrosa ciudad de Belfast, tenemos además la gran historia que lo une todo como un megapuzle alucinante. Como en Line of Duty, asistimos perplejos a una operación encubierta bastante sospechosa que necesita de mecanismos internos para poder ver la luz. Todos los personajes se verán implicados y es aquí donde triunfa del todo Blue Lights, una serie que va de menos (pero ya con nivel) a más y mucho más. No hay caras conocidas –para los fans de Juego de tronos destaca la sonrisa y buen rollo de Richard Dormer– lo que la hace aún más creíble. Una de las mejores series de este 2023 sencilla de seguir, que engancha, pero con un elaborado guion, que toca muchos palos, y que es capaz de construir magníficos personajes a los que apetece seguir conociendo. 

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