En Mi querida señorita, José Luis López Vázquez pasea por Madrid y se cruza con una jovencísima Verónica Forqué, en un cameo que no aparece en sus títulos de crédito.
En 1972 se estrenaba Mi querida señorita, de Jaime de Armiñán, en la que José Luis López Vázquez es Adela, una señora de provincias que parece un hombre. Aunque viste y se comporta de forma femenina, se afeita y se siente atraída por su asistenta Isabel (Julieta Serrano). Bien podría haber sido un ejemplo para la caracterización de Dustin Hoffman en Tootsie (1982).
Cuando acude al médico este le dice que en realidad es un hombre. Así que decide empezar una nueva vida en Madrid, donde coincide en la pensión con Mónica Randall. En una de las escenas, que puede pasar desapercibida, el protagonista camina sube unas escaleras cuando se le cruzan dos jóvenes a las que mira con esos nuevos ojos de hombre, porque las ve atractivas. Una de ellas es una jovencísima Verónica Forqué. La actriz debutaría en el cine en 1974 con Una pareja…distinta, dirigida por su padre José María Forqué.
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