23.6.17

Crítica. 'Wonder Woman', pesa más el mensaje feminista que la pirotecnia

Salgo de la sala enamorada de Gal Gadot. De mayor quiero ser como ella. Es feminista sin saber que lo es. Es guapa, inteligente, dulce, valiente, no se amedrenta contra la tiranía del patriarcado. Ella no es la Mujer Maravilla es la Mujer Perfecta. Wonder Woman no es una película perfecta, sin embargo, tampoco creo que sea la mejor película de superhéroes que se haya hecho. No es redonda, aunque ella, insisto, esté absolutamente de 10. La actriz es lo mejor de una cinta de acción que cojea por tonterías, la verdad. Ni me convence el contrapunto masculino (Chris Pine no es tan top como las amazonas, ni tiene vis cómica que le dé chispa) ni la villana (aunque sea un homenaje a La piel que habito, Elena Anaya está constreñida tras esa máscara, con sus venenos/pócimas cual bruja de Disney, algo que no me resulta nada peculiar, ya lo he visto). Sin embargo, la "secretaria" gordita de Chris Pine, siendo un estereotipo, está magnífica como contrapunto divertido a la intensidad de la pareja protagonista. Porque hay que decirlo ya, que ambos son intensitos. Wonder Woman quiere luchar YA, no tolera un NO por respuesta, va a su aire, es libre. Es el acelerón de la película. Quien no la siga se queda atrás. También el espectador, que salta de una secuencia a otra con expectación, pues los enfrentamientos contra estas amazonas con un delirio acrobático, estilísticamente perfecto. En este aspecto, el filme empieza muy arriba, bajando progresivamente (a mí la tercera parte se me hizo eterna). Y Chris Pine, en su papel de macho alfa –pero que está de su lado porque 1) le gustaría trajinársela (hasta yo) y 2) ella le salvó la vida, se lo debe– es el frenazo, el sentido común, la prudencia en una Wonder Woman que, si no fuera por su permanente de peluquería, su eyeliner bien puesto y el mejor disfraz de una superheróina que se haya hecho (vale, Catwoman, también), sería lo más parecido a una salvaje (a lo Tarzana, de liana en liana) que no cree en nada más que en sí misma. Wonder Woman ha llegado en el momento perfecto. En verano, es palomitera a tope, en la semana del Orgullo Gay, de la libertad y del hacer cada uno lo que le dé la gana con su vida, dirigida por una mujer, así que el mensaje feminista y de igualdad entusiasma al personal, que perdona esos fallos. Me encanta la ambientación inicios del siglo XX siempre le da mucho empaque a las películas de superhéroes, pero huye del tono chungo de El caballero oscuro. Los villanos se quedan en un segundo plano ante el torbellino que representa esta mujer cuando va descubriendo los poderes que tiene. Tal vez, por las altas expectativas, me esperaba más, pero es una cinta realmente potente sólo por Gal Gadot y el mensaje explícito que lleva a cuestas la heroína (aunque evidente, no resulta de más con Trump y series como la atemorizante The Handsmaid's Tale). El siguiente paso es saltar del postureo de la ficción, a la realidad, a que a Gal Gadot le paguen lo que le corresponde y que no se nos vea a las mujeres como superheroinas, porque no lo somos. Ojalá mayor normalidad y que dejemos de sorprendernos y reírnos cuando una mujer se enfrenta a un hombre con su mejor arma: el sentido común.

No hay comentarios: