10.11.13

Crítica Séptimo con Ridardo Darín y Prisioneros con Hugh Jackman, niños secuestrados

(sin spoilers) Me animo a escribir sobre Séptimo, de Patxi Amezcua porque coincide en el tiempo con Prisioneros, de Denis Villeneuve. En ambas películas, un par de niños desaparece y sus padres hacen lo que sea por recuperarlos. Lo mejor de Séptimo es la premisa: el padre, Ricardo Darín, baja en ascensor desde el séptimo piso y sus dos hijos por la escalera. Cuando llega al portal los chicos no están. No han salido del edificio porque el portero no los ha visto pasar. ¿Han sido secuestrados por algún vecino, miente el portero? Como pista: puede ser que el secuestro tenga que ver con su profesión de abogado. En el caso de Prisioneros, Hugh Jackman, de visita en casa de sus vecinos, pierde a su hija cuando la niña regresa a la casa sola con su amiga. Como pista: Jackman sospecha de un vecino un poco retrasado que estaba en su caravana aparcada en su calle. En ambas películas, la policía interviene. Mientras al poli de Séptimo no le conocemos, sí nos explican cómo es el detective encargado del caso en Prisioneros (Jake Gyllenhaal). En Prisioneros van pasando las horas y sientes la angustia de ese padre que ve el tiempo pasar sin resultados. Tampoco es que haya mucho sospechoso (aunque el vecindario no es un edificio tan cerrado y con tan pocas opciones), y sí conocemos a todos los personajes, con los que empatizamos o desconfiamos. En Séptimo el director juega con el espectador por menos tiempo de lo que cree y pronto la trama hace aguas. En Prisioneros somos marionetas del director, tan ansiosos como el padre de descubrir el pastel y encontrar a los niños.

El handicap de Séptimo es que es demasiado corta y Prisioneros, por el contrario, se hace demasiado larga. Pero mejor que sobre a que falte. Mientras la primera arranca muy fuerte y va cayendo en picado, hasta que te hueles quién es el secuestrador y terminas por no entender nada de sus motivaciones (es absurdo y duele); Prisioneros te mantiene toda la película sin saber qué pasa en realidad. Pero, como digo, Séptimo transcurre en un día, lo que creo que de inicio es una mala idea (a no ser que el desarrollo sea la bomba que no lo es), por no hablar de que no hay mucho sospechoso que rascar y que no llegamos a conocer en ningún momento a estos personajes. 

A partir de aquí, spoilers

 Séptimo. El problema es contratar a Belén Rueda para que salga dos minutos. Nadie se cree que vaya a hacer de la madre de los niños que quiere divorciarse de Darín, sin más. Sospechosa desde que no hay personajes de los que desconfiar realmente, lo peor es su motivación: el policía le ayuda a secuestrar a sus hijos en casa de una vecina para presionar a su marido y así que éste le firme los papeles del divorcio. Como si Darín no lo fuese a hacer, cuando le vemos un tipo bastante diplomático. El personaje de Belén Rueda apenas hace nada, pero cuando lo hace da las suficientes pistas como para saber que es ella.

Prisioneros. Además de ser demasiado larga, creo que el único pero que le puedo poner a la historia es que no me creo que los vecinos traguen con los métodos de Hugh Jackman cuando secuestra y apaliza al sospechoso. Tampoco se nos cuenta realmente cómo puede escapar la primera niña de la casa y qué es lo que pretendía hacer la loca de la vecina con ellas.


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